Si bien las mujeres realizan más intentos de suicidio, esto pareciera ser por los métodos utilizados, que permiten intervención a tiempo muchas veces.
Sin embargo, los hombres utilizan métodos drásticos y que no permitan sentir dolor o quedar con secuelas en caso de salvarse. Así, presentan menos intentos, resultando el suicidio en lo que conocemos como suicidio consumado.
En Chile, las cifras son alarmantes al mostrar que esta causa de muerta completamente prevenible si tiene un componente de género, donde por cada mujer que se suicida, cuatro hombres lo hacen.
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